Somos una cultura con muy pocos años reales como sociedad urbana, Bogotá paso de 450.000 habitantes en 1950 a 8´o mas el día de hoy. Esta circunstancia tiene una gran implicación en el sentido alimentario y de dieta, hasta ahora nos estamos adaptando a una cultura urbana de alimentación. Todo análisis de estudio debería partir de esta base por varias razones:

  1. La fundamental, es que nuestra alimentación dependía de lo que estaba a nuestro alrededor, era una alimentación de pan-coger, con todo fresco, y dispuesto por nosotros de acuerdo a lo que existía o era común en la zona, lo que la hacia una alimentación restringida pero completa.
  2. El trabajo a realizar era arduo físicamente, y se aprovechaban las horas del día, por lo que debía incluir muchos carbohidratos, energía rápida para poder cumplir con las labores.
  3. No existían los servicios públicos por lo que las proteínas animales se debían tratar de una manera fuerte: mucha cocción, salados, condimentados y salsas para ocultar y tratar de evitar los estragos de la descomposición.

 

Por estas razones, nuestro acercamiento hacia la gastronomía tiene que mirarse con esta óptica, y entenderlo desde acá para poder ofrecer un producto que este al gusto todos, y no mirado desde una óptica externa, de la que puedo entender pero sin definir que es una buena alimentación y una mala.